Odio la manera en la que no me miras
Detesto que no me hables
Es insoportable sentir que ya no me sientes
No aguanto que no me toques
No tolero no saber cuando me volverás a sonreír mirándome a los ojos.


Los finales son dolorosos y complicados.
En ocasiones creemos que odiar a la otra persona es la mejor manera de sacarla de adentro nuestro. Pero, ¿como odiar a alguien por quien en algún momento pudiste llegar a dar hasta tu propia vida?  Es absurdo…
Cuando el recuerdo llega a ti como un tornado y ... en menos de lo que esperas, ahí estas, mirando a la nada, recordando cierto momento vivido a su lado con una “tonta sonrisa”
Pero cuando vuelves a la cruda realidad, la sonrisa desaparece de inmediato dejando  caer una lagrima entre tus labios, y sintiéndola tan salada como tu vida misma desde que no esta.

¿Cuanto tiempo es el que tiene que pasar para simplemente recordar sin llorar?
¿Porque un sentimiento que nos pudo llegar a hacer los más felices luego te puede llegar a destruir por dentro?
¿Consigues olvidar del todo?  ¿Quieres olvidar?

¿Qué quieres?
Ver, sentir, tocar, besar, acariciar, llorar de felicidad, reírme de cosquillas, mirar, oler, oír las risas, sentir el verdadero calor de un abrazo, escuchar silbar, saber que quieres hacer locuras, alargar el tiempo vivido, y desaparecer el perdido. El tacto del pelo entre los dedos, la piel de gallina, el frio convertido en calor bajo una respiración...
No Quieres
Vivir irrealidades, sentir falsedades.
Cobardes a mi lado…

No hay comentarios:

Publicar un comentario